domingo, 25 de abril de 2010

UNA TREINTENA DE PERSONAS TRATA DE CURAR SU FOBIA A LAS ARAÑAS CON LA REALIDAD VIRTUAL




Una treintena de personas se ha sometido al tratamiento de fobia a las arañas y cucarachas basado en realidad virtual desarrollado por la Universidad Jaume I de Castellón, la cual permite mayor control sobre la ansiedad que la terapia real con animales y cuya efectividad se cree que es similar.


Según ha informado Juani Bretón, psicóloga del Laboratorio de Psicología y Tecnología de la universidad castellonense, en el tratamiento se emplea una aplicación basada en las nuevas tecnologías, concretamente técnicas de realidad aumentada, que suponen la incorporación de elementos virtuales en el mundo real.


La técnica permite que el estímulo visual virtual se instale en objetos del mundo real, lo que favorece que los pacientes "vean las cucarachas encima de la mesa de la terapia, que recorran su piel, que se posen en su bota, o incluso aumentar el número o el tamaño de los animales".
El tratamiento psicológico incorpora el uso de las nuevas tecnologías para facilitar que la persona afronte la situaciónA juicio de la investigadora, la técnica permite beneficios que no se encuentran en la exposición de los pacientes a los animales vivos, como controlar la ansiedad que le generan los insectos reales.


"Necesitamos que se genere y se active esa ansiedad y esos temores, pero con la realidad aumentada controlamos mejor la situación", expone Bretón, cuyo grupo lleva alrededor de cinco años trabajando en una investigación que pretende determinar si la efectividad del tratamiento con realidad aumentada es la misma que la del método tradicional.
Una única sesión


El tratamiento psicológico incorpora el uso de las nuevas tecnologías para facilitar que la persona afronte la situación temida de forma total y segura, ya que con él se pretende que disminuya gradualmente el malestar y la ansiedad asociados a la interacción de la persona en distintas situaciones relacionadas con cucarachas y arañas.


La terapia se desarrolla en una única sesión que dura un máximo de tres horas, y después los pacientes se someten a consultas de seguimiento a los tres, seis y doce meses. Según explica Bretón, las personas que padecen fobias aprenden a controlar los estados de ansiedad que producen en ellos animales como arañas y cucarachas, que se traducen en palpitaciones, inseguridades o ideas como que la cucaracha se va a introducir en su cuerpo.

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